Si lo que buscas es seguir moviéndote en tus puntos actuales de confort. Esta aseveración es lapidaria, estamos tan acostumbrados a ver el desarrollo personal como un viacrucis que, si alguien te explica cómo lograrlo de forma simple, tu mente está buscando cómo desecharla.
Tampoco es tan simple como para que NO sea real, es lo que es, la venta se reduce a ser un intercambio de bienes con la finalidad de satisfacer una necesidad específica y una monetaria.
Si tu me dices que las ventas no son lo tuyo, que eres mala para cobrar, que a quién le vas a vender, que qué vergüenza andar ofreciendo, que tienes una carrera profesional y que no se lleva con las ventas, que a fulanita de tal que tu conoces le quedaron debiendo y que ahí perdió dinero, te diré que detrás de todo eso que tiene un sustento en realidad se esconde una serie de pretextos que pueden o no ser justificados pero fácilmente desarmados.
Todos vendemos, si, hasta tu título profesional, cuando haces tu CV y vas a una cita para que te contraten, y te pones muy formal, vas a vender tu conocimiento y tu título y escogen la mejor opción así que si puedes venderte a ti, ¿qué no puedes vender?
¿Vergüenza? Vergüenza es robar, hacer cosas ilegales, anti éticas, fraudulentas, eso sí debería dar vergüenza, no trabajar honestamente dándole beneficios a la gente a cambio de su dinero, es un intercambio perfectamente legal y honesto.
¿Qué a alguien le quedaron debiendo? A todos, hasta tu ex te quedo debiendo, ese riesgo lo corremos incluso cuando mandas a tu hijo a la tienda y se le “olvide” darte tu cambio y no tienes la posibilidad de obtener una rentabilidad.
En este último punto es en el que me quiero centrar, saber vender es una de las habilidades de supervivencia básicas y la más prejuiciada y denostada porque se considera socialmente que alguien que vende está en un rango social de quien compra, perdona que me ría pero hay comerciantes que ganan tres veces más que un sociólogo investigador con doctorado, no te dejes llevar por las ideas arcaicas de antaño, ideas que parten de taras sociales.
La venta está muy relacionada con la ideología cristiana de que es “malo tener dinero” y que quien tiene mucho es mala persona, pues yo no le veo nada de malo a pagar tus cuentas, no deberle al banco y poder pagar tu renta y tus consultas médicas sin estrés, o tener una casa propia y ser autosuficiente, lo malo está en cómo se obtiene ese dinero.
En México existe la cultura del “bisne” como un apoyo a la economía familiar, al “acomplete” de los ingresos fijos para pagar la terapia de los hijos, el ahorrito para poder viajar en vacaciones, para que alcance para pagar el súper, es algo muy común en muchas mujeres y hombres sin importar si tienen trabajos fijos.
Aprendamos a vender con Plaza Izazaga
Encuentra tu mercado
Lo primero es determinar a quién, todas las personas tenemos un grupo social al que estamos integrados, tu familia y amigos cercanos no solo serán tus primeros clientes, seguramente pueden ser tus promotores ideales, pues pueden recomendar tus productos a sus círculos cercanos, y así sucesivamente.
Pero piensa que tus productos, si puedan ser de interés a tu segmento de mercado, si trabajas como estilista puedes venderle a tus clientes maquillaje pero no botas de trabajo, analiza la viabilidad de tus productos.
El trato al cliente
De igual a igual siempre, jamás con servilismo, pero tampoco con prepotencia
Lo decíamos previamente, no es un favor el que te hacen de comprar, ni tu lo haces al vender, así que el trato respetuoso es fundamental, y por supuesto, recíproco, si alguien no ve el valor en tus productos, no es tu cliente y hay millones de personas más quienes sí puedan comprarte gustosos, así que si les das respeto a tus necesidades, tiempos y compromisos, verás que puedes pedir lo mismo, así que esto es un básico.
Vendedor o facilitador
Siempre debe vernos como un solucionador, un facilitador de algo, no como un vendedor
¿El que vende es un vendedor? Si, así es, pero si quieres ser un excelente vendedor o vendedora, es importante que sepas que requieren ser mucho más y hacer mucho más que ofrecer productos, hay que ser un facilitador y eso se logra escuchando al cliente, sabiendo qué necesita él y no qué necesitas vender tú, porque eso te reduce a un “encajador” de productos de esos que ves con un portafolios buscando incautar gente descuidada.
Vender es facilitarle al cliente lo que realmente esta dispuesto a pagar porque tú le resuelves una necesidad real o creada ficticiamente, pero una necesidad a final de cuentas.
Ejemplo: tu quieres venderle un termo para café pero en realidad al cliente le gustan los vasos térmicos, busca tener tu catálogo abierto, no te cases con un solo producto, de lo contrario no solo no venderás, serás rechazado múltiples veces.
Recuerda, si a ti algo no te gusta o no lo comprarías porque no es prioridad, no significa que no lo sea para tu cliente, eso me lleva al último punto.
Piensa solo por ti
NO asumas, no sobre pienses por el cliente
Es decir, si tu crees que tu cliente va a querer algo, no lo des por hecho, pregunta, investiga, haz tu tarea y no des nada por sentado.
De igual forma no pienses que el cliente no va a querer, pregunta, no piense por él, que no sea algo que tu puedes pagar, no significa que tu cliente tenga tu misma economía.
Y sobre todo escucha, presta atención, no creas entender, haz las preguntas necesarias para poder atender las necesidades del cliente, no las tuyas que viertas en el cliente.
Finalmente, sigue tus instintos, en la naturaleza humana está integrada la necesidad del intercambio justo, el resto es anómalo, busca clientes de calidad y sobre todo cree en ti al momento de establecer el primer contacto, a todos nos gusta la gente amable y cálida que está dispuesta a escuchar.
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